jueves, 8 de marzo de 2012

Marlene Acuña, deportista, dirigente, amiga

Feliz día a la Mujer, más que una fecha para celebrar los éxitos logrados en defensa de sus derechos, una fecha para reflexionar sobre los agravios de los que hoy son víctimas. La lucha apenas empieza. Un homenaje a la mujer cotopaxense, claro, desde mi trinchera. Una pequeña vista a la vida de la primera mujer deportista cotopaxense que integra el Directorio de Federación Deportiva de Cotopaxi.

Fotofragías y Texto: R. Paúl López Chamorro
Mi homenaje y agradecimiento en este día a las mujeres que complementan mi vida, que le han dado sentido a mis actos, mi mami Sarita, mi esposa Marcy y mi hija Paula, gracias por hacer de mí el hombre que soy.




Marlene Acuña, deportista, dirigente, amiga




DEPORTISTA. Marlene Acuña es la primera mujer deportista cotopaxense en integrar el Directorio de FDC.


Su inagotable valor y tenacidad la convirtió en atleta de elite y dirigente deportiva.


Marlene Concepción Acuña Zapata, nace en la parroquia Tanicuchí, del cantón Latacunga, un 10 de julio de 1981. Es hija de Jorge Acuña Changoluisa y Mariana Jesús Zapata Vela, y la segunda de cuatro hermanos.
Estudio la primaria en la escuela Batalla de Panupali de su parroquia natal, y luego formó parte de las aulas del actual instituto Victoria Vásconez Cuvi (VVC).
“Soy una persona del área rural, vengo del campo, toda mi descendencia es de allá, estudié como todos los jóvenes con la esperanza de una vida mejor”, dice.


Marlene y el deporte
El atletismo corre por las venas de esta ejemplar mujer desde los primeros años de su vida, aunque cuenta como una de sus más alegres anécdotas, que el inicio en el deporte de las pistas fue muy complejo, casi una coincidencia.
“Mi incursión en el deporte podría decirse fue hasta un poco graciosa, yo inicié la carrera deportiva a los 11 años, cuando estuve en el colegio”.
Marlene Acuña recuerda que en su primer año de secundaria, el VVC organizaba por sus festividades una competencia atlética, específicamente una maratón de las ‘cachifas’.
“Yo tenía la ilusión de correr, pero la presidenta del curso no me quería dejar participar (...), estuve sentada por ahí llorando porque no me dejaban correr, en ese entonces el licenciado Fernando Pazmiño (profesor de Cultura Física) me preguntó por mi número y me hizo participar, ahí empezó toda esta historia porque gané, fue mi primer triunfo en el atletismo”.
Esta mujer ejemplar reconoce que fue también otra mujer, su madre, el pilar para su crecimiento deportivo. “Ella me levantaba muy temprano para salir a entrenar, fue indirectamente mi entrenadora personal”. Desde entonces, triunfos intercolegiales y nacionales se acumularon en su historial.


Alto rendimiento y profesionalización
En 1992 Marlene Acuña se vinculó a Federación Deportiva de Cotopaxi (FDC), un paso que le permitió llevar su afición a un nivel de alto rendimiento. Hugo Chamorro fue su primer entrenador en FDC.
Luego de 10 años de vestir los colores de la provincia, las oportunidades para esta deportista seguían abriéndose. Así llegó hasta Cuba, para realizar sus estudios superiores como entrenadora.
“La experiencia vivida en Cuba es lo más espectacular que pude haber tenido, conocí a muchas personas, viví otras culturas y costumbres”, recuerda.
A su retorno, luego de cinco años y ya como una profesional en la Cultura Física y el atletismo, Marlene Acuña integró la Selección Nacional de este deporte, representando a Ecuador en varias competencias internacionales.


La deportista, la dirigente
Su valía profesional y su calidad como ser humano, fueron los factores que le otorgaron la elección como la primera mujer cotopaxense en integrar el Directorio de FDC.
Designación lograda gracias al respaldo de sus compañeros y alumnos, siendo electa como delegada por los deportistas, al máximo organismo del deporte amateur provincial.

“Es una nueva experiencia, es un nuevo reto el hecho de estar en el ámbito de la dirigencia deportiva, pero creo que será un desafío que lo deberé enfrentar con la mayor responsabilidad, ya que tengo el compromiso con mis compañeros deportistas como su delegada, nombramiento que para mí es más importante que la vocalía de la Federación (FDC), tengo que defender los derechos que a ellos les corresponde. Para que puedan ser atendidos adecuadamente y de acuerdo a la ley, y de esta manera se cumpla con el objetivo fundamental de Federación, que es la de formar niños y jóvenes en el campo deportivo”.