domingo, 11 de agosto de 2013

Quito Fest 2013, primer día


 

  Quito Fest 2013, primer día

 

Altas medidas de seguridad, control y restricciones deberán ser aceptadas por los asistentes a uno de los festivales de música alternativa más importantes del país.

 

El Quito Fest sigue siendo lo que es, un mega evento de culturas alternativas en el que desde sus inicios se han combinado en un mismo escenario las muestras potentes de música nacional y extranjera, aupadas por legiones enteras de seguidores. 
Este año el espacio elegido fue el Parque Bicentenario de la ciudad de Quito, instalaciones en las que antes funcionaba el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre (norte de la capital) y que debido a su amplia extensión, ha brindado mayores facilidades y comodidades para la organización y asistentes.


Si Usted prevé acudir hoy, existen algunas condiciones que deberá tomar en cuenta para evitar pérdidas o especialmente decomiso de objetos, ya que las instituciones responsables de la seguridad del festival han prohibido a más de las restricciones acostumbradas como el ingreso de armas, drogas o bebidas, elementos como los cigarrillos, botellas que contengan líquidos y hasta la instalación de pequeñas carpas.
Tome en cuenta además que el espacio no cuenta con sillas o bancas para la utilización de los visitantes, y que está prohibido el ubicarse junto a las estructuras metálicas que separan al escenario del resto parque capitalino. No está permitido el consumo de cigarrillo dentro del parque ni en las inmediaciones de la tarima. Personal del sistema integrado municipal controla el cumplimiento de esas disposiciones y de ser necesario realiza el uso de la fuerza como se registró entre la tarde y noche de ayer. Está prohibido el ingreso en estado etílico o bajo los efectos de substancias psicotrópicas.

Un espectáculo de primera
La tarima instalada para la presente edición del Quito Fest supera cualquier expectativa. Dos pantallas gigantes y otros componentes audiovisuales se despliegan a lo largo del escenario, que es amplio para que músicos, personal técnico y staff puedan desarrollar su trabajo. El sonido, simplemente impecable, entregando a los asistentes un producto con los más altos estándares de calidad y eficiencia. Enormes columnas con amplificadores componen el sonido aéreo del festival, complementado además con juegos de luces y toda la tecnología de punta para un evento bien ‘Hecho en Ecuador’. Los visitantes disponen además de amplias zonas de parqueo cuyo costo es de $0,50 la fracción hora o el tiempo que estuviere estacionado.

Ayer, en el sector donde se desarrolló la feria del festival, mientras los grupos interpretaban sus estruendosos y bien sincronizados acordes, varias instituciones del Estado realizaron exposiciones del trabajo y los programas que desarrollan.
Los jóvenes y adultos asistentes al Quito Fest 2013, participaban de actividades como la simulación de movilidad en una silla de ruedas o con un bastón para personas no videntes, acto que era incentivado al final de la prueba con premios como camisetas y otros.
La presencia de personal de la Cruz Roja Ecuatoriana, el Cuerpo de Bomberos, la Policía Nacional y sus diferentes unidades, fue constante en el primer día del festival.

 

La opinión detrás de la cámara

(OPINIÓN)

Siendo un aficionado del rock y las culturas alternativas, estoy acostumbrado a la progresiva restricción en los conciertos y festivales, restricciones de cualquier tipo, las que todos conocemos como el decomiso de correas, pulseras, armas, ya que el objetivo principal de esa acción es justamente precautelar la seguridad de los asistentes.

Como seguidores de un movimiento que pese a los años sigue luchando por espacios como el que este fin de semana se desarrolla en la capital ecuatoriana, debemos adaptarnos, acatar, aceptar y en muchos casos hasta tolerar este tipo de decomisos, y sobre todo intentar cumplir esas disposiciones para evitar inconvenientes o consecuencias mayores.

Pero, los excesos o la ‘bipolaridad’ también hacen daño a la organización de eventos, ya que por más indispensables que sean dichos requisitos para obtener los permisos correspondientes y el respaldo administrativo, logístico o económico de las instituciones auspiciantes, se siente en el ambiente un distanciamiento entre los movimientos alternativos y el concepto original de un concierto de rock u otro género urbano.

Contradictorio, que en el ingreso al festival se decomisen botellas o envases sellados de bebidas, y que adentro una gaseosa de la firma auspiciante llegue a costar el doble que en la tienda que está en frente del ingreso al parque, en la avenida Amazonas.

Contradictorio que personas mayores de 18 años no puedan ingresar con cigarrillos o cajetillas selladas de ese producto al festival, y que sean decomisadas anunciado que a la salida serán devueltas, mientras a escasos 10 metros del escenario, en las instalaciones de recreación del parque, había gente fumando cigarrillo al igual que en el parqueadero o en las afueras del lugar, o a pocas cuadras donde se celebró la fecha (10 de Agosto) hasta con ‘canelas’ de producción casera y otros licores.

Contradictorio, porque mientras al ingreso las cajetillas eran arrebatadas de quien las compró pagando todos los impuestos, en el interior se regalaban preservativos a los asistentes según anunció el integrante de una de las bandas en los altoparlantes. ¿Acaso fumar cigarrillo en un concierto de rock es más nocivo para la sociedad que decirles a los jóvenes que tengan relaciones ahí pero protegidos?.

Pese a las condiciones climáticas propias del antiguo aeropuerto, se prohibió la instalación de pequeñas carpas de camping en el lugar, así sea un adulto padre de familia quien la haya llevado para proteger a sus seres queridos del frío.

Y algo que personalmente considero se debe mejorar, y reitero que esta parte del texto corresponde a una OPINIÓN PERSONAL como asistente al primer día del festival; deberíamos buscar la implementación de un mejor sistema de servicios higiénicos, que en la presente edición son muchos, pero muchos preferimos ‘aguantarnos’.

Con el riesgo de hacer pública una confesión personal, estoy pensando en no viajar hoy al igual que muchos otros amigos del rock con los que dialogué ayer, no por el viaje o la distancia, eso es parte de la aventura, sino porque a pesar de tener la oportunidad de escuchar gratis a las mejores bandas, en el mejor escenario, con el mejor sonido y en el mejor país, la actitud prepotente de quienes te obligan a apagar un cigarrillo solo porque llevan un chaleco con sello municipal, como si el humo de mi tabaco contaminara más que las aeronaves que antes permanecían ahí, o la combustión de la gasolina que utilizaron para llegar en sus camionetas al festival con carpas, publicidad y personal, fuera a hacer la diferencia.

Las organizaciones se preguntan ¿por qué viene menos gente a los conciertos, por qué salimos en contra (cuando existe cobro por la entada), por qué el movimiento no llega, por qué los festivales realizados en zonas rurales tienen más acogida que los del centro, por qué, por qué?.
Porque creo que el rock es solo eso, ROCK, en toda la extensión de esa infinita palabra y sus cuatro letras. Porque los roqueros contemporáneos luchamos por promover la música de nuestras bandas, por pedirlas en las radios y hacerlas circular en las redes sociales, porque preferimos pagar por un CD que copiarlo en una cinta magnética como en el pasado, porque los rockeros estamos cada vez más comprometidos con el género, porque ya hay niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad con la misma pasión, profesionales o no, músicos o no, padres y madres, que desde nuestro espacio seguimos luchando por esta causa.
Pero, si hay más gente para obligarte a apagar un cigarrillo, armar una carpa, robarte una gaseosa o tomar fotos, y menos gente para controlar los problemas sociales que están afuera del escenario del concierto, quizá prefiero quedarme en casa, poner en la casetera la cinta copiada que me prestó el organizador del concierto, prender mi cigarrillo y gritar a toda voz en mi interior, larga vida al rock, ya habrán otras tocadas.

 

 Fotografías y Texto:
R. Paúl López Chamorro
 
 
 

DOMINGO 11 DE AGOSTO

 20H45
 19H15
HIRAX – USA
 18H00
 17H00
KOP – Catalunya
 16H15
DEMOLICIÓN - Guayaquil
 15H30
BOARGAZM – Sudáfrica
 14H45
NECROFOBIA – Riobamba
 14H00
NIX – Colombia
 13H15
 12H30
 11H45
 11H00
DISTIMIA - Ambato

FUENTE: quitofest.com