miércoles, 11 de agosto de 2010

'Titan de los montes'

Estimados Amigos, La ausencia de publicaciones en este blog, en los últimos meses, se debe a que nuestro equipo de producción se encuentra desarrollando varios trabajos independientes en otras áreas. Sin embargo, debo recalcar que existe en nuestra lista de espera, al rededor de 20 reportajes especiales que serán aprobados por el Consejo Editorial para la posterior publicación web. A continuación, una muestra de lo que se viene, disfruten junto a OPIP.-.EntretenimientoS de un inolvidable recorrido por los mágicos páramos del Ecuador. Saludos y Felicidades Paúl.-. 'Titan de los montes' Fotografías y Texto: R. PAÚL LÓPEZ CHAMORRO OPIP.-.EntretenimientoS producción audiovisual creativa
'Titan de los montes'
Imponente volcán Cotopaxi, rey de los Andes, majestad del continente; su presencia es la inspiración para miles de hombres y mujeres, trabajadores de la tierra, fuentes de vida y patrimonio invaluable. Desde Zumbahua, el rostro de sus hijos y la belleza de sus paisajes, rinden homenaje a la Provincia de León, en su 159 año de provincialización. LEGADO. “El pueblo indígena es como la paja del páramo, aunque nos arranquen, volveremos a nacer”. Tránsito Amaguaña. FUTURO. El valor del trabajo honesto es otra de sus herencias. Desde muy jóvenes, los cotopaxenses aprenden a cuidar aquello que les brinda alimento y proporciona bienestar.
INFANCIA. Desde temprana edad, los hijos aprenden las costumbres de su pueblo, el amor a la familia y el respeto hacia sus padres.
HISTORIA. Segundo Pilatasig de 66 años, recuerda las historias que escuchó de niño. “Nubes negras y candela salían del volcán, mis abuelos los vieron, nunca sabremos cuando él despierte otra vez”.
COSTUMBRE. En el páramo, el día de trabajo empieza muy temprano. Las mujeres se encargan del cuidado de la familia y de la vigilia de su Pacha Mama (madre tierra).
AMANECER. Son las 06:17 y Alfonso Guanotuña, encomienda sus animales al volcán. “El taita (papá) Cotopaxi me cuida del cerro todas las mañanas”, dijo.
COLOSO. Resplandeciente por su belleza, la imponente elevación geográfica se cobija en sus faldas con extensas nubes, blancas como el algodón.