jueves, 16 de septiembre de 2010

'Manos para la Virgen'

Este trabajo especial, es un homenaje de quienes hacemos OPIP.-.EntretenimientoS a uno de los personajes más importantes de Saquisilí. La artesana más querida y buscada en esa ciudad, porque es la 'modista' de nuestra Madre. Te amamos Virgen.

Fotografías y Texto: R. PAÚL LÓPEZ CHAMORRO
OPIP.-.EntretenimientoS
producción audiovisual creativa


'Manos para la Virgen'

Experta en elaborar la vestimenta de la ‘Santísima’, su habilidad se alimenta del amor y la fe.

Doña Rosita abre la puerta de su taller y un cuarto pequeño pero muy acogedor, recibe a todo aquel que busca ofrecer a la Santísima Virgen del Quinche una prenda nueva, en símbolo agradecimiento y devoción.
Una gran ventana permite el paso de la luz natural hacia la mesa de trabajo y la antigua máquina de coser de la artesana, cuya aguja aún se mueve impulsada por el movimiento de los pies.
Las paredes de la habitación son blancas y su combinación con la iluminación natural, dan un mayor contraste y resplandor a los majestuosos trajes que se cuelgan en los alrededores del taller.

El personaje
Zoila Rosa Quizanga Aguirre, tiene 61 años de edad, saquisilense de nacimiento y corazón, sus padres Alfredo Quizanga y María Antonia Aguirre, le inculcaron desde muy niña el amor hacia la tierra que la vio nacer y principalmente le enseñaron a confiar y orar en la Virgen patrona del pueblo.
Casada con Mesías Oña Valverde, procreó tres hijos: Iván, José y Santiago, a quienes también supo inculcar las costumbres religiosas y la devoción a la Santísima imagen.
Doña Rosita estudió la carrera de manualidades en el colegio La Dolorosa (Quito), donde se especializó en corte, confección y bordado a máquina; conocimientos que de inmediato le dieron oportunidades de trabajo y el camino para independizarse profesionalmente.

Sus obras
Un año después de su graduación (1965), tuvo la oportunidad de trabajar por primera vez en un manto para la Virgen y desde entonces, sus manos no han dejado de elaborar esas maravillosas creaciones.
“Mi primer manto me lo mando a confeccionar un señor que se llamaba Luis Muela, que vivían en el cantón Ventanas”, recuerda como un alegre detalle la sonriente modista.
Rosita comenta que confeccionar el traje de la Patrona del Pueblo, le significa motivo de gran orgullo y satisfacción, pero principalmente de cariño y amor. Sus manos confeccionan no solo los principales mantos para la Virgen del Quinche en El Quinche y Saquisilí, sino también toda clase de vestimentas para las imágenes religiosas.

Los mantos
La excelencia en sus trabajos, ha hecho que la obra de Doña Rosita trascienda fronteras, y sea solicitada hasta en el ‘Viejo Continente’, donde residen hijos de Saquisilí, que viajaron a otro país buscando mejores días para sus familias.
Existen varios tipos de tela que son utilizados para la elaboración de los mantos, claro está, su precio varía de acuerdo a la calidad y el tamaño de la materia prima.
Organza bordada, terciopelo, gamuza, chiffon, son algunas de las clases de tela, que luego de varios días de trabajo, se convierten en hermosos conjuntos para ofrecimiento de la Patrona de su tierra.
“Para la Virgen de Saquisilí, se necesitan tres metros para la confección; mientras que para la imagen de El Quinche, se necesitan más o menos siete metros porque es más grande”, recalcó Rosita.
Un manto bordado en terciopelo americano llegaría a costar 220 dólares aproximadamente. La obra consta de la capa, el vestido, la túnica, delantal, greca (filos dorados), entre otros.
En Saquisilí, cada barrio posee su propia imagen de la Virgen del Quinche, y este año la artesana fue contratada para la elaboración de 10 mantos.
Sin embargo, la difícil situación económica del país, según Rosita Quizanga, ha impedido que los devotos de la Virgen, al igual que en años anteriores, donen a la imagen de Saquisilí cuantiosas prendas de vestir.
“Hace unos seis o siete años, para la Virgen de la iglesia como nosotros le llamamos, había al menos ocho mantos en ofrecimiento (regalo), ahora hay tres mantos”, explicó.

Su devoción
“La Virgen me ha hecho muchísimos milagros; una vez estuve viajando al Quinche y sufrí un accidente muy grave, pero aún estoy aquí gracias a ella”, comentó mientras su voz se resquebraja y sus ojos se llenan de lágrimas.
Doña Rosita concluye diciendo que “espera que la Patrona Saquisilense guíe a los niños y jóvenes de su pueblo, para que aprendan a tener fe verdadera, y que eso les sirva para continuar la tradición de sus antepasados por muchos años más”.

“Mi trabajo no se trata de ganar dinero, se trata de hacer las cosas con voluntad y con fe, siempre entrego todo mi amor a las prendas, sin importar la imagencita para la que se haga”.

El taller de Rosita Quizanga está ubicado en la Calle 24 de Mayo y Bartolomé de las Casa. Para mayor información comuníquese al número telefónico 03-2721 235.