jueves, 7 de junio de 2012

Interno del CRS juró la Bandera

Amigos, el siguiente es un trabajo especial de mi autoría que fue publicado en la edición del sábado 26 de mayo de Diario La Hora Cotopaxi. Todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, pocos luchamos por tenerla. Que lo disfruten.



Fotografías y Texto: R. PAÚL LÓPEZ CHAMORRO

Interno del CRS juró la Bandera




Santiago, un ejemplo vivo de que la segunda oportunidad existe para quien la busca.



“Les invito a meditar, hoy que ustedes tiene el don más preciado que un ser humano anhela, la libertad, no la pierdan, porque en ese momento nos cortan las alas y no nos permiten volar al encuentro de nuestros sueños y metas (...), estudien, luchen, y no se aparten del camino del bien”.
Fueron palabras llenas de emoción pronunciadas ayer por Santiago Merizalde, de 23 años de edad, un ciudadano privado de la libertad que decidió con valentía darle una segunda oportunidad a su vida. Estudia y al cursar el tercer año de bachillerato participó en el juramento a la Bandera al igual que sus compañeros.
El acto cívico se desarrolló desde las 10:30 en el patio central de la unidad educativa Monseñor Leonidas Proaño, institución que permite a jóvenes y adultos de toda la provincia realizar estudios de bachillerato en la modalidad a distancia, y en este caso, a los internos del Centro de Rehabilitación Social de Latacunga (CRS).
Al evento acudieron autoridades educativas de la provincia, principales y funcionarios del CRS, familiares y amigos.
Santiago lucía un impecable uniforme de camisa blanca, corbata y pantalón azul. Pasaba desapercibido entre sus compañeros de estudio a quienes conoció por primera vez, de forma física, pese a que mantuvo una constante comunicación a través de cartas.
Luego del acto protocolario, la lectura de designaciones de abanderada, portaestandarte y escoltas del establecimiento, llegó el juramento colectivo.
Pasaron 35 juramentos individuales antes de que Santiago Merizalde marchara gallardo por la mitad del patio, oscilando los brazos y con la mirada fija hacia su futuro. Llegó hasta el pabellón nacional y gritó: “Sí juro”.
El lugar estalló en aplausos. Santiago giró su cabeza para sonreír con su madre y volteó al otro lado para verificar que un guardia del Ministerio de Justicia que lo escoltaba, siguiera su paso de retorno a la fila.

En la planta alta de la edificación estaba su abuela en compañía de otros familiares, quien al ver a su nieto en la solemnidad conmemorativa del 24 de Mayo, no contuvo las lágrimas y se tapó el rostro con las manos, en una mezcla de sentimientos que solo ella guardará en su corazón hasta la eternidad.


Ejemplo de vida
Patricia Merizalde, es la madre de Santiago. Esta mujer de 40 años se siente orgullosa porque dice a pesar del problema que enfrenta su hijo, él ha dado “todo para salir adelante y va a continuar sus estudios en la universidad”.
Para esta madre, su hijo es un “ejemplo de vida y un ejemplo para la institución donde se encuentra”, porque pese a la oportunidad brindada, es el único interno del CRS que juró la Bandera ayer.
Patricia asegura que su hijo es inocente y que fue privado de la libertad por una injusticia. “Está pagando una culpa por algo que no cometió, por eso lucha, para salir adelante (...), ojalá algún día tengamos la oportunidad de comprobarlo”, dijo Merizalde.
Santiago fue acusado por un crimen y sentenciado a 12 años de reclusión, de los cuales tres los ha cumplido entre las rejas y los libros, recuerdos y nuevos conocimientos adquiridos en clase,  entre sus compañeros de prisión y las cartas de sus amigos de aula.


Proceso educativo
Lorena Albán, tutora de la unidad educativa Monseñor Leonidas Proaño y maestra de matemáticas de Santiago, comentó que él es uno de sus mejores alumnos y que en el caso particular de su materia, registra un promedio de 19 sobre 20 puntos.
La Tutora explicó que las clases se dictan los días miércoles y jueves en las instalaciones del CRS. “Ellos (privados de la libertad) reciben las mismas clases que en el colegio, tienen que hacer las mismas tareas e inclusive se les ajusta un poco porque disponen de más tiempo libre”, comentó.
Albán menciona que Santiago Merizalde ha demostrado con tenacidad que “él puede salir adelante a pesar de las circunstancias en las que se encuentra, tiene excelentes calificaciones, su promedio actual es sobresaliente”. 


El cariño de la clase
Una vez que concluyó el acto, Santiago caminó hacia la parte trasera del patio. Compañeros, familiares, maestros y autoridades caminaron hasta él y lo abrazaron en símbolo de felicitación.
Contrario a lo que muchos pensarían, Santiago fue muy solicitado para capturar las fotografías del recuerdo. Entre bromas y agrados, todos pugnaban por inmortalizar el momento junto al compañero privado de la libertad, sin embargo, el mejor alumno de la clase.